jueves, 14 de abril de 2016

Mermelada de fresa casera

Hola a todos y ¡bienvenidos un día más!

Hoy la receta que voy a compartir con vosotros tiene una protagonista absoluta e indiscutible: la fresa. Y es que hoy vamos a hacer un producto que se encuentra entre los más consumidos por la población mundial en el desayuno de cada día: la mermelada. En este caso, vamos a aprender a preparar mermelada de fresa casera y muy fácil. Y cuando digo protagonista quiero decir protagonista en mayúsculas porque, a la hora de hacer mermelada de fresa (o cualquier tipo de mermelada, de hecho), necesitamos, básicamente, dos ingredientes: fruta (en este caso fresa natural) y azúcar. Guay, ¿no? Pero antes de ponernos con la receta, vamos a hablar un poco de ciertos aspectos de las mermeladas y confituras que me gustaría compartir con vosotros.


La mermelada es una conserva de fruta que parte de una elaboración en la que la fruta en cuestión se cuece o cocina con azúcar. El azúcar, en este caso, es el ingrediente que actúa como conservante de la fruta y que, gracias a cocinarlos podemos conservar la fruta durante mucho más tiempo. De hecho, la cantidad de azúcar presente determina el tiempo de conservación de la mermelada, es decir, a más cantidad de azúcar, más tiempo podremos conservar la mermelada. Así de fácil. 

El caso es que la mayoría de la gente compra la mermelada en el supermercado. La verdad es que es un producto bastante asequible y fácil de encontrar pero, ¿qué ocurre si la queremos hacer casera en casa? El proceso es muy sencillo, simplemente cocinaremos la fruta en cuestión junto con azúcar durante un determinado tiempo y hasta que consigamos la textura espesa y gelatinosa que corresponde. Sin embargo, y aunque el proceso es extremadamente sencillo, tenemos que tener en cuenta que no todas las frutas son iguales y, en el caso de la mermelada, la cantidad de pectina que contenga la fruta jugará un papel fundamental en la elaboración de la mermelada. Pero, ¿qué es la pectina?

La pectina es una fibra natural presente en la mayoría de las frutas (sobre todo en la piel) y que actúa como espesante natural. En el caso de las mermeladas y confituras, es la pectina al contacto con el azúcar lo que proporciona la consistencia espesa y de "gel" a las mermeladas. El problema viene cuando vemos que hay frutas que contienen una cantidad mucho mayor de pectina que otras. Por ejemplo, frutas como la manzana (especialmente las menos dulces), los cítricos y frutas ácidas o los membrillos contienen una cantidad muy alta de pectina. Por el contrario, frutas como la fresa, las frambuesas o los albaricoques y melocotones contienen un índice mucho menor de pectina. Entonces, ¿cómo suplimos la falta de pectina al hacer mermelada con frutas como la fresa o el melocotón? En la actualidad podemos encontrar fácilmente en farmacias y otras tiendas especializadas pectina en polvo que podremos añadir a nuestras elaboraciones de mermeladas para ayudar a espesar (y, claro, no tener que usar una tonelada de azúcar). Pero, ¿qué pasa si queremos hacerlo de manera natural sin usar productos químicos? Pues de una manera muy, muy, pero que muy sencilla. Con un limón y una manzana ácida, es decir, añadiendo un poco de zumo de limón, un trozo de manzana y la piel de la manzana a la mermelada, supliremos esa falta de pectina y nos quedará, os lo aseguro, una mermelada excepcional. Así de fáci, sí señor. Así que, ahora sí, ¡manos a la obra! ;)



MERMELADA DE FRESA CASERA



INGREDIENTES (para 2 tarros medianos):

- 1 kg. de fresas frescas
- 500 gr. de azúcar blanco
- Zumo de 1 limón
- 1/2 manzana verde pequeña
- Piel de 1/2 manzana verde
- 1 pellizco de sal


ELABORACIÓN:

1.- En primer lugar vamos a esterilizar los tarros de cristal donde vamos a conservar la mermelada. Para ello, ponemos una olla con abundante agua en el fuego. Cuando rompa a hervir, introducimos los tarros y sus tapas y dejamos hervir durante unos 10 minutos. Sacamos del agua con unas pinzas y dejamos secar mientras preparamos la mermelada.

2.- Para la mermelada, vamos a comenzar triturando las fresas (que previamente hemos lavado, secado bien y quitado las hojas) junto con el trozo de manzana en una picadora o trituradora. Lo triturada que queramos la fruta va al gusto. A mí me gusta que queden algunos trozos no muy grandes, pero podéis triturar las fresas más o menos dependiendo del gusto de cada uno.





3.- En una olla grande, añadimos las fresas trituradas junto con el azúcar, el zumo de limón, la piel de la manzana y el pellizco se sal. Ponemos al fuego (fuego medio-alto) y llevamos a ebullición. Una vez comience a hervir, vamos a bajar el fuego a medio-bajo y vamos a dejar cocinando durante 20-30 minutos. Transcurrido ese tiempo, veremos que la mezcla ha empezado a espesar (aunque espesará mucho más cuando enfríe), habrá cogido un tono rojo intenso-granate y, cuando sacamos un poco con una cuchara y dejamos enfriar un poco, vemos que espesa más todavía.





4.- Retiramos del fuego y sacamos las pieles de la manzana (que ya habran hecho su cometido, claro). Cuando todavía está muy caliente (cuidado que os podéis quemar muy gravemente), llenamos los botes que habíamos esterilizado antes y cerramos. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y guardamos en el frigorífico para usar a conveniencia.


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¡Y ya está preparada nuestra mermelada de fresa casera! Creedme cuando os digo que el truco de la manzana y el limón funciona magistralmente. La consistencia es genial. No es tan espesa como algunas mermeladas que cuesta hasta untarlas en la tostada (cosa que detesto con todas mis fuerzas, para qué voy a mentir), pero si lo suficientemente espesa para untar en nuestras tostadas (o donde queramos) perfectamente. En cuanto al sabor, bueno, para mí mil veces mejor que las mermeladas compradas. No sé como explicarlo, pero se nota mucho en el sabor. :)

En cuanto a la conservación, al haber usado un 50 por ciento del peso de fruta en azúcar, se conservará muy bien el el frigorífico durante unos 3 meses (incluso más). Sin embargo, si queréis hacer el doble (o el triple) de cantidad de mermelada, podéis (una vez llenos y tapados los tarros) hervir al baño maría durante unos 20-30 minutos para conservar al vacío. Y podéis tener mermelada para 3 años... ;P

Y hasta aquí la receta de hoy. Espero que os animéis a hacerla y que veáis la diferencia en el sabor. Además, recordad que podéis seguirme en la cuenta de Twitter @mediterrneaco para estar al tanto de las últimas novedades del blog.

Un saludo, buen provecho o, como digo yo... ¡BON APPÉTIT! :D



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