Hola a tod@s! Aquí empieza el ansiado
viaje que tantas veces he puesto en marcha y nunca salió adelante y, aunque de momento no creo que esta entrada tenga millones de visitas,
esta es la primera piedra de este “cociblog” que con tanta ilusión empiezo. Tiempo al tiempo, solo digo eso ;). Quiero
deciros que escribo esta entrada primordialmente para comentaros mis
pretensiones y ambiciones con este blog y a lo que aspiro. No es nada especial ni
fuera de lo común, ya lo veréis.
Lo primero de todo, y que
supongo que os ha pasado a algun@ de vosotr@s alguna vez, lo que me he
encontrado en mi tiempo de auto-aprendizaje en el mundo la cocina es que
muchas de las recetas utilizaban modernas batidoras, máquinas que bien
podrían haber formado parte de la última peli de Terminator, y Kitchenaids
de 800 euros. No, la verdad es que eso no va conmigo. Y no es que no me
gusten, sino que económicamente mi bolsillo gritaría del espanto.
Por eso, todo lo publicado en el blog estará hecho con mis queridas
manos, un bol de cristal y unas barillas o espátula de goma (bueno y una
batidora de mano de vez en cuando de esas que tod@s tenemos por casa). Y
es que hay que quitarse de la cabeza la idea de que la receta saldrá
mejor por usar una amasadora carísima o un horno de esos enormes que
tienen en las panaderías. Bueno a lo mejor en lo del horno me equivoco,
pero en lo demás estoy en lo cierto. O me autoconvenzo de ello. Qué le vamos a hacer, uno hace lo que puede.