Hoy os traigo una receta riquísima, muy fácil y que encantará a todo el mundo: pollo con salsa de miel y mostaza.
Esta receta me vino a la cabeza tras comer en un restaurante un
delicioso plato de pollo acompañado con esta salsa. Ya estaba cansado de
las salsas de miel y mostaza de bote que venden el los supermercados y
que, aunque te pueden sacar de un apuro, no me llegaban a convencer por
su sabor un tanto artificial. Cuando llegué a casa empecé a pensar en
cómo podría hacer una salsa que se pareciese a la que habíamos comido en
el restaurante, que tuviera ese contraste dulce y agrio de la miel y la
mostaza y que, a su vez, no resultase empalagosa.
Pues
comencé a probar diferentes combinaciones. Lo intenté varias veces y,
tras varios intentos fallidos, llegué a conseguir la receta que, si bien
no era calcada a la que había comido, no tenía nada que envidiar a
aquella. Desde entonces la he hecho en bastantes ocasiones, ya sea para
una cena un día de diario en casa, o para una cena con amigos o con la
familia. Os puedo asegurar que a todo el mundo le ha encantado, han
repetido, y me han pedido la receta. Por esto, y porque realmente está
muy rica, hoy la comparto con todos vosotros. Veréis que es una receta
muy sencilla y rápida, y con ingredientes que probablemente ya tenéis
por casa. Así que... ¡manos a la obra! :)
POLLO CON SALSA DE MIEL Y MOSTAZA
- 400 gr. de contramuslo de pollo deshuesado (cortado en trozos de bocado).
- 1 clara de huevo.
- Dos cucharadas de harina.
- 150 ml. de caldo de pollo.
- Tres cucharadas de miel.
- Tres cucharadas de mostaza (la mejor opción es la mostaza de Dijon).
- Una cucharada de azúcar moreno.
- Una cucharadita de harina de maiz (maizena).
- Dos cucharaditas de agua.
- Aceite de oliva, sal y pimienta.
- Perejil picado para decorar.
ELABORACIÓN:
1.-
En primer lugar, limpiar los contramuslos de pollo de parte de la grasa
que tengan. Yo le dejo un poquito de grasa ya que le da muy buen sabor.
Cortar en trozos pequeños o de bocado y poner en un bol. Añadir sal,
pimienta, y las dos cucharadas de harina, asegurando que la harina cubra
bien los trozos de pollo. Añadir una clara de huevo y mezclar bien. El
añadir harina y la clara al pollo conseguirá que quede una especie de
rebozado muy fino al freirlo.
2.-
En una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva bien
caliente, añadir el pollo y cocinarlo a fuego fuerte durante 2-3 minutos
o hasta que el pollo haya cogido un poquito de color (no hace falta que
esté hecho del todo porque lo continuaremos cocinando más tarde).
Apartar a un plato y reservar.
3.-
En un recipiente, mezclar la miel, la mostaza y el azúcar moreno hasta
que el azúcar se haya disuelto bien. En la misma sartén que habíamos
utilizado para hacer el pollo, para aprovechar el jugo y el sabor que
haya quedado del pollo, añadir el caldo de pollo y calentar a fuego
medio-alto hasta que llegue a ebullición. Añadir la mezcla de miel,
mostaza y llevar de nuevo a ebullición. En este punto debemos probar
para rectificar de sal y, dependiendo de si nos gusta más menos fuerte,
podemos añadir un poco más de miel y mostaza.
4.-
En un cuenco pequeño, mezclar las dos cucharadas de agua con la
maizena. Volver a añadir el pollo a la salsa y dejar cocinar a fuego
medio-alto unos diez minutos o hasta que la salsa haya reducido un poco y
el pollo se haya terminado de hacer. Añadir un chorrito de vinagre
balsámico por encima. Finalmente añadimos la mezcla de agua y maizena.
Esto hará que la salsa ligue un poco y se vuelva más espesita. Una vez
haya espesado, retirar del fuego y servir espolvoreando un poco de
perejil o cilantro picado por encima.
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¡Y
listo! Ya tenemos nuesro pollo con miel y mostaza. El resultado es
fantástico,un plato muy sabroso. La salsa queda dulce pero para nada
empalagosa y el pollo, al haber utilizado contramuslo y no pechuga (que
suele quedar más seca), queda muy jugoso. En cuanto a la presentación,
lo podéis servir sobre una cama de arroz vaporizado y tendréis una
comida completa, rápida, y sencillísima de preparar. Además, esta salsa
no solo va con pollo, sino que podemos usar lomo de cerdo, solomillo o
con lo que se nos ocurra. Es muy versátil y adaptable a multitud de
platos. Vamos, un acierto en cualquier caso. :)
Espero
que os haya gustado y espero que lo hagáis en casa y me comentéis qué
tal el resultado. Recordad que podéis seguirnos en Twitter en la cuenta
@mediterraneaco, donde podéis enteraros de las últimas recetas subidas
al blog y donde podéis hacer sugerencias sobre platos que os gustaría
ver en el blog.
Un saludo para tod@s, y hasta la próxima!! BON APPÉTIT!! :)
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